Ser Cronopio

Un cronopio en Mexico.

 

No es fácil ser cronopio. Lo sé por razones profundas, por haber tratado de serlo a lo largo de mi vida; conozco los fracasos, las renuncias y las traiciones. Ser fama o esperanza es simple, basta con dejarse ir y la vida hace el resto. Ser cronopio es contrapelo, contraluz, contranovela, contradanza, contratodo, contrabajo, contrafagote, contra y recontra cada día contra cada cosa que los demás aceptan y que tiene fuerza de ley. Y ser cronopio es difícil e intermitente, igualmente difícil es representar a los cronopios, dibujarlos o esculpirlos. Muy pocas veces he visto imágenes ante las cuales se pudiera decir: “Buenas salenas, cronopio cronopio”. El club (el de Estocolmo) me envió hace mucho los dibujos de un niño llamado Miguel; ese niño había visto, estaba del lado de ellos. Y cuando Pablo Neruda fue a Estocolmo para recibir el premio Nobel, el club le regaló un cronopio de felpa roja que Pablo guardó con amor y celebró en un mensaje que ya he citado en otra parte pero que repetiré aquí: ¡Cronopios de todos los países, uníos! Contra los tontos, los dogmáticos, los siniestros, los amarillos, los acurrucados, los implacables, los microbios. ¡Cronopios! ¡De frente, marchen!

Julio Cortázar - Papeles Inesperados.

 

¿Y qué es un cronopio? eso no importa. El mismo Cortazar dijo no saberlo ni tenerlo claro. Mejor así, pues hay que interpretarlo. "Cuando me piden explicaciones es a pura pérdida, porque a mí me cuesta mucho explicar cosas que no me las explico yo mismo (...) de golpe tuve un poco la sensación de que había en el aire personajes indefinibles, una especie de globos que yo los veía de color verde, muy cómicos muy divertidos y muy amigos que andaban por ahí, circulaban y su nombre era cronopios. Se llamaban cronopios, venían así", comentó Cortázar al periodista Joaquín Soler Serrano en el extinto programa español A fondo, en 1977. Ese día también dijo que los cronopios nada tienen que ver con la pista metafísica del Cronos, que son seres amables y en esencia divertidos y que, por supuesto, no son un adjetivo ni nada por el estilo. Cronopio es un sustantivo. El sustantivo Cronopio.

Lo unico cierto es que aparecen en el libro 'Historias de cronopios y famas', microrelatos protagonizados por tres personajes fantásticos que parten desde la ironía y el delirio: los cronopios, las famas y las esperanzas; que conviven juntos e individualmente en las cuatro partes del libro: Manual de instrucciones, Ocupaciones raras, Material plástico e Historias de cronopios y famas. 

Aquí dos microrelatos: uno para leer y otro para escuchar en la voz del propio Cortazar.

 


Flor y cronopio.

Un cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar, pero piensa que es una crueldad inùtil y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los pétalos, la sopla para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume y finalmente se acuesta debajo de la flor y se duerme envuelto en una gran paz.

La flor piensa: “es como una flor”

 

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