Financiando el transantiago: una solucion???

Un fuerte dolor de cabeza ha sido el poder financiar el sistema de transporte público en Santiago. Ha pesar que lleva un tiempo considerable en marcha, no se ha podido lograr llegar a las metas para las que se desarrolló el Trans-Santiago.

Tan mal ha resultado este sistema de transporte y tan incomodo, que si bien uno de los objetivos era descongestionar las calles, hoy los usuarios se han cambiado al uso de automóviles que sobresaturan cada calle de la capital (o tal vez este fue siempre el objetivo... consumir mas automóviles). Si te paras a mirar un segundo la cantidad de vehículos, y la cantidad de personas que van en cada uno de ellos, te darás cuenta que hay una sobredimensión de automóviles y una subutilización de ellos, porque al menos el 60% de ellos solo llevan al conductor, desperdiciando los demás asientos.

Todo parece un círculo vicioso que no parece tener solución y que necesita de prestamos gigantescos para seguir funcionando y no pasar el costo a los usuarios…. Entonces, ¿qué hacer?.

Imagino que los mayores usuarios del sistema de transporte público son las clases medias-bajas, aunque hoy estos hacen un esfuerzo y han adquiridos automóviles para mayor comodidad en tiempo y en “espacio interpersonal” (o no ir apretado e incomodo). Entonces, ¿Cuánto gasta en transporte una persona promedio?. Suponiendo dos pasajes de $400 cada uno por día y trabajando seis días a la semana en un mes tenemos la no despreciable suma de alrededor de $20.000, lo que significa el 10% del ingreso para alguien que gana $200.000. Sin embargo, la mayoría de los usuarios usan más de dos pasajes por día y gana menos de dicho ingreso. Además habría que considerar que dicho usuario debe costear también los pasajes de su familia. Entonces quizás la realidad sea que una persona promedio gasta 1/3 de su ingreso en transporte.

Una solución ideal sería aquella que aporte beneficios al sistema de transporte público y a sus usuarios. Tendría que considerar financiar el sistema de transporte en su estado actual, permitiendo además un incremento en el número de máquinas para satisfacer las demandas actuales de gente y recorridos. Debiera asimismo beneficiar a los usuarios con un sistema más eficaz, económico y que permita la preferencia de los usuarios antes que usar el vehículo particular. 

La propuesta es implementar un sistema de descuento parecido al de la “previsión de la salud”, donde a cada trabajador de este país se le descuente el 10% de su sueldo para transporte público, con un tope de cierta cantidad de UF para aquellos que ganan cifras astronómicas (tal como sucede con el sistema de salud). A cada trabajador que se le descuente dicha cantidad, se le entregará una “tarjeta bip” para cada integrante de su núcleo familiar (algo así como la carga en la salud) cargada para todo el mes, de uso ilimitado dentro de ese mes (esto es de fecha de pago a fecha de pago) para todo el transporte público. Entonces, cada mes, así como se le descuenta automáticamente de su sueldo el 10% para transporte, se le carga automáticamente (es decir sin hacer nada, ni filas ni trámites) las tarjetas de su núcleo familiar para un mes más, para uso ilimitado dentro de ese mes (es decir cantidad de viajes ilimitados para ese mes).

¿Qué ganamos con esto? Como cada chileno que trabaja aportará su 10% para financiar el transporte, debiera haber dinero suficiente para hacer un sistema de transporte a nivel nacional que sea eficiente, rentable y utilizable. Además, cada usuario sabría que con ese 10% financia a todo su núcleo familiar y no hace ningún gasto adicional. Asimismo, por el hecho de saber que uses o no uses el sistema de transporte público se te descuenta igualmente tu 10%, incentivaría a dejar el vehículo particular y usar el sistema público (que para entonces será eficiente y ordenado, pues habrá financiamiento y mentes brillantes que habrán regulado todo).

Por los que ganan más no hay que preocuparse, pues tendrán suficiente para aportar su 10% y aun así seguir usando sus 4x4 cómodamente y sin que se les desbalanceen las finanzas.

¿Y esto será suficiente para financiar e idear un sistema de tranporte público eficiente y digno a nivel nacional? Probablemente NO… por eso es que el estado pondría un tanto por ciento del financiamiento, y las empresas y empleadores, otro tanto por ciento (otro 10 y 10 %?? Los especialistas sabrán cuanto debe ser). 

¿Y qué pasará con los cesantes? Pues se les puede “extender” el beneficio por un tiempo máximo de tres meses, tiempo en el cual debe encontrar otro empleo. Si no encuentra, entonces debe haber algun sistema de politica para estos casos… de todas maneras, Hoy en día ellos no gozan de beneficio alguno y deben financiar sus pasajes de alguna manera… entonces el nuevo sistema sigue siendo mejor.

Quizá la solución no sea exactamente las cifras que he dado, pero la idea pienso va por buen camino. Ahora que vengan los expertos a mejorarla… y a ponerla en práctica.