La elección y el amor
“Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiera elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al vesre. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto.”
― Rayuela
Sin duda me gusta Cortázar, como escribe, sus comentarios hechos literatura, su libro Rayuela es uno de mis preferidos. Su influencia es grande, hasta el punto donde yo mismo me he dejado llevar por ellos. Muchos pueden estar de acuerdo con esto que él describe: El Amor No Se Elige. En realidad lo que no se elige es el enamoramiento, ese aguacero que son las emociones y lo que te causa otra persona y que te mueve el mundo. Pero el amor, el amor de aquel que es necesario para casarse-convivir-compartir la vida con alguien es distinto. Es lo que él dice al comienzo del texto: es elección. Las diferencias son tan sutiles y tan profundas al mismo tiempo. No se puede elegir de quien te enamoras, pero si de quien quieres amar para que sea tu cómplice, tu compañero de vida, tu pareja. Con esto quiero decir que te puedes enamorar de alguien, pero luego hay que plantearse si esa persona en verdad podría avanzar hacia el amor profundo, y elegirla para casarse-convivir-ser pareja. Y termina siendo un "la-elige-porque-la-aman" y también un "la-aman-porque-la-eligen". Es cierto que leer este texto te llega, es potente, es absolutista, es como muchos comparten la visión del amor.
Por su puesto aquí no hay recetas: puedes elegir, puedes no elegir y dejarte llevar, puedes continuar, puedes abandonar. Quizá lo único importante sea, finalmente vivenciarlo y sentirlo.
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