Areas verdes para Concepción, capital de la Región del Biobío, Chile

La Organización Mundial de la Salud recomienda un mínimo de 9,2 metros cuadrados de áreas verdes por cada habitante. Si uno pasea por la ciudad de Concepción, puede apreciar que a pesar de tener muchos lugares idóneos para ello (como las numerosas lagunas y plazas que existen en las ciudad) existe una ausencia de áreas verdes bastante desoladora, siendo el Parque Ecuador el gran referente en esta materia, y que permite que la ciudad sea la única que supera la recomendación de la OMS en el Biobío.



Los jardines, los parques, las zonas verdes o el arbolado son elementos clave para mantener una buena calidad de vida en las ciudades y favorecer el bienestar de las personas. El contacto con los enclaves naturales en la ciudad nos permite reflexionar, sentirnos libres, relajarnos o reducir el estrés.

Asimismo, las áreas verdes cumplen una función social de promover el encuentro entre personas, y ambiental, porque capturan carbono y otros contaminantes, producen oxigeno y reducen el ruido y la contaminación visual. Los arboles también son importantes para regular la temperatura al ofrecer sobra y provocar cambio en los flujos del viento, ofrecer refugio y recursos alimenticios para aves e insectos, promover la belleza del paisaje y ofrecer un entorno que estimula la espiritualidad y la conexión con la naturaleza. Una buena gestión en materia de estimular las áreas verdes debiera considerar la mezcla de árboles y plantas nativas que ya están adaptadas al clima de la zona (suculentas, de hojas perennes y caducas), exóticas que por lo general crecen con mayor rapidez y son más ornamentales por sus flores coloridas y frutales para aportar a los barrios frutas de la estación de manera libre y gestionada en conjunto por las juntas juntas vecinales. 




El clima de la zona y los recursos municipales dada la cantidad de habitantes debieran permitir desarrollar un plan para que Concepción se transforme en una ciudad jardín de belleza reconocida, con nuevos parques similares al Parque Ecuador que sean corredores biológicos y paisajísticos. Una buena gestión incluye saber cuales ahorran en agua (algunos requieren grandes cantidades para sobrevivir), no producen exceso de polen que estimula las alergias en la población, no tienen grandes raíces que destruyan el pavimento y las cañerías subterráneas entre otros puntos a considerar. Por ejemplo hay que saber que los plátanos orientales tienden a romper aceras y asfalto, dejan mucho polen, la producción de hojas multiplica los costes de limpieza y cuando envejecen se afean, se quiebran las ramas por el viento e incrementan los riesgos de accidentes, razón por la cual se deben considerar para su plantación de manera acotada.

Finalmente la ciudad debiera establecer convenios con embajadas como las de París, China y Japon (por ejemplo) así como con grupos étnicos de las culturas nativas de Chile (Mapuches, Diaguitas, Pascuenses, etc) para establecer parques inspirados en sus culturas, lo cual permite el intercambio cultural y potenciar la belleza de la ciudad.  


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