Yo canto y tu - Gianni Bella

Quizá porque mi niñez sigue jugando con las letras y las músicas de las radios a.m., con los cantantes españoles, franceses y los italianos que inundaban las emisoras por las tardes de invierno en una ciudad donde llovía y llovía, en pleno mediterráneo de sudamérica, y nosotros como familia nos reuníamos en la cocina a tomar un té, un mate, una agua caliente con unas sopaipillas y escuchábamos radio donde estos cantantes inundaban las habitaciones, y vertían un nuevo atardecer a las tardes grises en un tiempo cuando las canciones eran poemas y los poemas eran canciones. No se puede escuchar esta letra y la música y no dejar de ver que hay toda una historia, una intención, una sensación. Una vida. Una forma de vida. Yo pienso que tu amor por mi no será tanto si no comprendes que yo también soy canto. Yo canto y tú.


Yo canto y tú, sentada más allá
me pides que vayamos a la cama y yo
necesito cantar.
Yo escribo y tú, te apoyas en el piano
quisiera ser gigante y tú haces que me sienta
como un artista enano.
Y pienso que
tu amor por mí no será tanto
si no comprendes
que también soy canto.
Yo canto y tú
pasas las horas murmurando
y me maldices cuando estoy catando

Yo canto y tú, te marchas enfadada
te sueño enamorada en brazos de un amante
y no me importa nada

Y sueño que regresas radiante y encantada
y no me importa nada
Yo canto y tú
me dices que no te hago caso
y sientes odio siempre que yo canto
Yo canto y tú
me echas en cara que te olvide
no has aprendido a sentirte libre
Yo canto y tú, sentada más allá
me miras como un juez que está esperando
poderme condenar.
Interprete: Gianni Bella 1978.


Comentarios

Tambien te puede interesar

Te quiero - Jaime Sabines

Dos poemas de En sus Zapatos (2005)

La Tregua de Mario Benedetti (extracto)

Encontrando estrellas: Orion y sus vecinos Aldebaran y Sirio

Carreras secretas - Alejandro Dolina

La Ruta de los Moais en Santiago de Chile

Poema 14 - Pablo Neruda

Tres Canciones del Puerto de Valparaiso

Prosas apátridas de Julio Ribeyro

Los 7 principios del Bushido: el camino del Samurai