Turismo a micro escala

Aquella mañana y mientras se preparaba el desayuno, Nicomedes descubrió que aparecieron/nacieron cuatro nuevas flores en uno de los maceteros que están en la ventana. Gran revelación incluso con características de milagro para unas plantas que pasan todo el día a la sombra debido a que ya es invierno y el sol se ha desplazado más hacia el norte y no deja que los rayos acaricien aquella ventana en esa fecha, pues mira al sur. Esta simple revelación lo motivó a hacer de turista por su casa y sobre todo en el jardín e intentar una suerte de microturismo: ¿cuantas cosas nuevas o reveladoras podía encontrar? Era temprano y el aire aun era frío; tímidos rayos de sol pasaban perpendiculares por las hojas de un naranjo arrimado al muro que da hacia el este, justo al lado de un ciruelo y una parra, haciendo un juego de luces y sombras que bien podrían ser parte de una película de Fellini o Guillermo del Toro. Entonces Nicomedes pensó que más que ninguna, era el eco de la película de Eliseo Subiela "El lado oscuro del corazón" donde Oliverio conoce a Alejandra, equilibrista de circo y poeta que le dice en un tono españolísimo: descuelga esa camisa y léela. Cuando acaba de leer Oliverio le pregunta: ¿Y por qué digo yo, si no es una pregunta muy indiscreta, porque no escribís en una hoja de papel como escribimos todos? y ella le responde: "eso es para los escritores, para mi la poesía es la vida. Entonces no veo por qué circunscribirla a un pedazo de papel. ¿Por qué tendría que escribir en algo que no fuese la vida?". Y entonces a Nicomedes se le vienen a la mente las odas de Neruda y esos recuerdos y este instante lo transportan y le provoca detenerse esta vez en los aromas y en los sonidos y los colores y el frío que le eriza la piel, y la poesía que es la vida en ese breve instante, en su presente que es tan bello y tan lleno de simpleza cotidiana que le dan ganas de tomar un lápiz y una libreta o una camisa, o quizá correr hasta su máquina de escribir y desempolvarla para hacer sonar sus teclas hasta escribir un libro lleno de todo lo que siente y no importa que nadie lo lea o nadie nunca llegue a saber de su existencia, pero su alma esta llena y necesita compartirla, destilarla, llevarla hacia otra parte, dejarla, publicarla y todo lo que pueda y no pueda hacer. Pero entonces este día va mas allá y su mente viaja, lo transporta del presente al pasado, a otros días cuando en ese mismo patio jugaban sus hijos aun pequeños, con sus sonrisas y cuerpecitos algo regordetes corriendo y saltando por todo el lugar, y eran sol, y eran lluvia, y eran sueños y eran alegría. Y aquel turismo que comenzó a micro escala traspasa el tiempo y el espacio, y observa las hormigas en su eterno ir y venir por caminos que han transitado desde quizá cuántos años en silencio, y le parece que todo está tan lleno de vida, y de presente y de pasado. Y todo esto, porque amanecieron cuatro nuevas flores, y Nicomedes simplemente las vio e hicieron de su día algo mágico, distinto y milagroso, convirtiéndolo en turista del micro espacio y del macro tiempo.
- (de Diarios de la vida en la ciudad -escritos breves).


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