Las deficiencias de Chile que le costaron la ida al mundial de Rusia 2018

En un juego o deporte siempre hay ganadores y perdedores. Es sabido que no siempre se puede ganar, pero en un proceso la suma de victorias y derrotas es la que demuestra el rendimiento de un equipo. Y lamentablemente este proceso nos ha dejado fuera de un mundial porque los errores fueron más que los aciertos, y porque no tuvimos tampoco la suerte que otros resultados nos salvaran por la ya famosa calculadora.

Desde que Chile ganó la segunda copa América en 2016 perdió el rumbo y la idea de juego. Desde ese día el equipo salía a jugar a nada, se paraba en la cancha, no jugaba a defender ni a atacar. No llegaba al arco rival con claridad o sin ella. No daba pases con ventaja, no buscaba la linea de fondo, no buscaba las pelotas muertas. No nada. Ya comenté en otra entrada (una lectura sobre lo básico del fútbol ==>) que el fútbol tiene cierta simpleza dentro de la complejidad que presenta todo el juego: Para ganar no te deben hacer goles, o debes hacer más goles de lo que te han hecho.

Para lo primero, hay que jugar a defender bien, con un esquema defensivo o posicional. Para lo segundo, hay que atacar y concretar en goles. Ni lo uno ni lo otro. Cualquier análisis simple da el mismo resultado: todo el juego se queda en la mitad de cancha excepto cuando alguno de nuestros "benditos" sale con alguna maravilla y cambia todo. Pero errores en la última línea nos costaron goles importantes y decisivos, sumado a los desaciertos en los delanteros terminaron por dejar a Chile fuera del punto culmine del fútbol: el mundial.

En resumen, las deficiencias pasaron por:
- no buscar las bandas para avanzar: un equipo con jugadores bajos como Chile debía buscar la linea de fondo para el pase atrás y convertir un gol.
- deficiencias físicas: la mayoría no llegaba a los 90 minutos en condiciones de igualar un mano a mano con un jugador rival.
- no buscaba el desequilibrio: sin un esquema claro de juego, no buscaba abrir espacios y generarse oportunidades, solo apostaban a "momentos" en que esto sucediera por un error rival no forzado que no es atribuible a un plan de juego activo.
- plantear un esquema con pocos defensores y pocos atacantes: el juego pasaba todo por el medio campo y la posesión mayoritaria de mover el balón sin llegar al arco rival, de no ser por alguna jugada sorpresiva por parte de unos pocos.
- no enfrentaba cada partido con una estrategia de juego diferente y adecuada al rival correspondiente: siempre el mismo esquema y eso es desgastante y erróneo.

La verdad es clara: el fútbol chileno tuvo una época dorada con grandes logros que se esfumaron de manera drástica en los últimos meses y que no parece que se volverá a repetir en lo pronto. Hoy tiene una liga deficiente, de bajo nivel, que no es capaz de poner un equipo en copa libertadores siquiera. No tiene una clara generación de recambio. Es poco a lo que puede optar en lo que viene. No tiene entrenadores ni jugadores que puedan dar una luz de esperanza al futuro inmediato. Solo tiene una hinchada incondicional que sufre, llora, ríe, y se mantiene fiel a su "Roja", porque amamos la camiseta y el juego a pesar de las desilusiones.

Es necesario comenzar un nuevo proceso, retomar el camino que Marcelo Bielsa comenzó y que nos entregó una época dorada. Gracias por todo lo dado hasta ahora, y que retomen el camino para un futuro que nos lleve a ganar nuevas copas libertadores, copas América y a entrar y jugar un mundial en cinco años más.




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