¿qué significa ser chileno?
Creo que el asunto de la identidad es algo que tiene importancia en la cultura de un pueblo y que también es muy distinto al nacionalismo, por lo que no se deben confundir ambos conceptos. Por identidad se entiende aquello que es parte de la costumbre, razón por la cual yo siempre me he sentido muy chileno, pero un poco más que eso, me siento con una identidad de latinoamericano, alguien influenciado por costumbres, música y una forma de ver la vida distinta a un europeo, asiático, africano, Indio e incluso Norteamericano.
Por alguna razón a Chile se le ha asociado más de alguna vez con el "lanza", el "pícaro" y el oportunista, pero eso me parece que tiene algo o más bien de Sudamericano o incluso es mas bien inherente al humano. Otros me han comentado que asocian a Chile con dictadura y exilio pero eso también es parte de la historia de la América Latina, no de la identidad de este país. Tal vez lo que nos identifica y diferencia de nuestros vecinos es nuestra actual falta de espacios para la vida lenta, el compartir, darse una pausa como sociedad pues todo gira en torno al consumo rápido y la vida acelerada.
Pero antes la identidad del chileno era la de alguien alegre, con el chiste rápido, amante de la vida bohemia y los amigos (también bohemios) con quienes se compartía un vino (un cortito).
Hoy, creo que por un lado, nuestra identidad como chilenos es la falta de identidad. Tuvimos una identidad que ya no nos identifica. Ejemplo de eso es que nuestros animales que pertenecen a nuestro escudo patrio (el Condor y el Huemul) están en vías de extinción. Por otro lado, la mencionada dictadura, la modernidad y el abrazo a la globalización nos ha marcado como un país de cambios fundamentales donde todo se quiere "¡ahora ya!" y como la planificación y el camino largo no es parte de nuestra cultura, nos acostumbramos a las cosas a medias y lo hemos denominado "a la chilena", o algunos más internacionales dirían "the chilean way".
Sin duda somos un país joven que como tal está en proceso de adquirir, valorar y abrazar una identidad (algo así como en la adolescencia -es decir que adolece de esencia-). Quizá algo más cercano es pensar en Chile como país de terremotos y volcanes, de vinos y piscos, de una larga celebración de fiestas patrias que reconocemos popularmente como "el dieciocho".
El Chile de antes era el de la familia (la de los padres y la que formaba uno) y los amigos, el de conocer a los vecinos y sentarse en las tardes afuera de la casa a conversar, de una población repartida entre el campo y la ciudad, de bailar cueca y comer cazuela y empanada, de pasear por los barrios y el centro de la ciudad: todo esto mostraba una tendencia a dedicar tiempo a lo que realizábamos de manera cotidiana, a llevar una vida más bien pausada y de camaradería con consciencia social. También existian numerosos servicios sociales en educación, vivienda y salud.
El Chile de hoy es el del individualismo y centralismo, no formamos familias hasta pasado los treinta o cuarenta y tenemos pocos amigos, nadie conoce a los vecinos y adoptamos fácilmente como propias costumbres extranjeras para interactuar con otros como el "after oficce", Halloween, Oktoberfest, mientras el campesino casi ha desaparecido para dar lugar al citadino (gran parte de la población se ha mudado del campo a la ciudad), se baila cumbia, se come completo, se va al "mall" donde todo está centralizado y a la mano, los barrios están desapareciendo y los edificios inundan el paisaje: todo esto muestra un cambio hacia una vida rápida y un deseo de vivir basados en la inmediatez, lo fácil y lo poco elaborado, lo individual, lo tecnológico. Hoy la educación, vivienda y salud son principalmente privados y los servicios sociales son escasos y malos. No obstante lo anterior, me parece ver un vuelco nuevamente al Chile de antes poco a poco.
Sin duda estamos en un proceso de regresar y valorar nuestras raíces, y de adecuarnos a los cambios de esta nueva etapa de globalización, donde incluso se está volviendo común ver gente de raza negra y asiática entre nuestros vecinos y amigos (hasta hace algunos años esto no era así), lo cual es un gran aporte a nuestra diversidad e identidad como pueblo, contribuyendo a nuestra riqueza y crecimiento como chilenos.
¿Y entonces? Mientras escribía estas líneas varias ideas y pensamientos se agolpaban buscando quedar plasmados en este escrito. Yo diría que somos un pueblo que estamos buscando identidad entre lo que hemos sido en nuestra historia y lo que son los vecinos cercanos y lejanos tratando de incorporar algunas de sus costumbres. Nuestra dictadura borró nuestra capacidad de opinar y mucho de nuestra herencia cultural de tener gente pensante, alegre y creadora.
Ser chileno es vivir con una herencia cultural y geográfica que se pueden resumir en lo siguiente: habitamos en una tierra de cambios entre una cordillera que sigue creciendo (Los Andes) que nos entrega temblores y erupciones volcánicas cada cierto tiempo, y un Océano Pacífico que se sale de sus límites cada tantos años; somos indistintamente bebedores de café y té, incluso mate si se vive en el sur, pero si algo nos distingue es que se acompaña con una marraqueta con palta; llamamos "once" a la hora del té; bebemos cerveza artesanal, piscola (Pisco con cocacola) y Melvin (melón con vino); celebramos la independencia durante varios días en nuestra fiesta típica que llamamos "el dieciocho" (por ser el 18 de septiembre); para el año nuevo abrazamos fuerte a quienes nos rodean, sea familia, amigo, vecino o desconocidos y nos deseamos un buen año bromeando que ya se nos viene el dieciocho encima otra vez; somos incondicionales en nuestro amor por "la roja" (nuestra selección de fútbol) y se hace un asado cuando juega algún partido (incluso un amistoso); vivimos divididos por una herida para algunos y un orgullo para otros llamada dictadura; nos dividimos entre la comida rápida y la cocina tradicional; nos hemos esclavizado al consumismo y a vivir endeudados con la tarjeta de crédito; no podemos vivir sin Internet móvil o la última técnología del año.
Si vive o va a Chile tenga presente, intentar probar, ver, conocer (seguro que se me olvidan cosas, pero esto servirá):
Comida típica: completo, empanada de pino y de marisco, mote con huesillo, cazuela de ave, pastel de choclo, marraqueta con palta, mariscal, pescado, pisco, vino (variedad carmenere), cerveza artesanal, la chicha en cacho (ya en extinción).
Sitios típicos: Valparaíso, San Pedro de Atacama, Universidad de Concepción, Cordillera de los Andes, Océano Pacífico, Región de los Lagos y los Ríos, Desierto de Atacama, Torres del Paine.
Arquitectura típica: es difícil ver construcciones originarias actualmente, o casas patronales antiguas de barro o madera/ladrillos y tejas, sin embargo se puede apreciar la arquitectura colonial influenciada por Europa en el centro de las ciudades.
Construcción típica: no puedo pensar en ninguna, aunque algunos sugieren que es el Costanera Center, el edificio más alto de Latinoamerica y el Mall más grande también (ultra moderno).
Baile típico: la Cueca (de campo, tradicional, brava, chilota), la cumbia chilensis.
Celebración típica: el dieciocho de septiembre (fiesta de varios días), la Tirana (norte), festivales y carnavales de verano (en distintas ciudades y localidades, quizá el más famoso es el de la canción de Viña del Mar).
Artesanía típica: algo en cobre, piedra lapiz lazuli, madera o piedra local.
Técnología: existe conectividad celular e internet en casi todo Chile (siempre estará conectado con sus seres queridos y amigos).
Por alguna razón a Chile se le ha asociado más de alguna vez con el "lanza", el "pícaro" y el oportunista, pero eso me parece que tiene algo o más bien de Sudamericano o incluso es mas bien inherente al humano. Otros me han comentado que asocian a Chile con dictadura y exilio pero eso también es parte de la historia de la América Latina, no de la identidad de este país. Tal vez lo que nos identifica y diferencia de nuestros vecinos es nuestra actual falta de espacios para la vida lenta, el compartir, darse una pausa como sociedad pues todo gira en torno al consumo rápido y la vida acelerada.
Pero antes la identidad del chileno era la de alguien alegre, con el chiste rápido, amante de la vida bohemia y los amigos (también bohemios) con quienes se compartía un vino (un cortito).
Hoy, creo que por un lado, nuestra identidad como chilenos es la falta de identidad. Tuvimos una identidad que ya no nos identifica. Ejemplo de eso es que nuestros animales que pertenecen a nuestro escudo patrio (el Condor y el Huemul) están en vías de extinción. Por otro lado, la mencionada dictadura, la modernidad y el abrazo a la globalización nos ha marcado como un país de cambios fundamentales donde todo se quiere "¡ahora ya!" y como la planificación y el camino largo no es parte de nuestra cultura, nos acostumbramos a las cosas a medias y lo hemos denominado "a la chilena", o algunos más internacionales dirían "the chilean way".
Sin duda somos un país joven que como tal está en proceso de adquirir, valorar y abrazar una identidad (algo así como en la adolescencia -es decir que adolece de esencia-). Quizá algo más cercano es pensar en Chile como país de terremotos y volcanes, de vinos y piscos, de una larga celebración de fiestas patrias que reconocemos popularmente como "el dieciocho".
El Chile de antes era el de la familia (la de los padres y la que formaba uno) y los amigos, el de conocer a los vecinos y sentarse en las tardes afuera de la casa a conversar, de una población repartida entre el campo y la ciudad, de bailar cueca y comer cazuela y empanada, de pasear por los barrios y el centro de la ciudad: todo esto mostraba una tendencia a dedicar tiempo a lo que realizábamos de manera cotidiana, a llevar una vida más bien pausada y de camaradería con consciencia social. También existian numerosos servicios sociales en educación, vivienda y salud.
El Chile de hoy es el del individualismo y centralismo, no formamos familias hasta pasado los treinta o cuarenta y tenemos pocos amigos, nadie conoce a los vecinos y adoptamos fácilmente como propias costumbres extranjeras para interactuar con otros como el "after oficce", Halloween, Oktoberfest, mientras el campesino casi ha desaparecido para dar lugar al citadino (gran parte de la población se ha mudado del campo a la ciudad), se baila cumbia, se come completo, se va al "mall" donde todo está centralizado y a la mano, los barrios están desapareciendo y los edificios inundan el paisaje: todo esto muestra un cambio hacia una vida rápida y un deseo de vivir basados en la inmediatez, lo fácil y lo poco elaborado, lo individual, lo tecnológico. Hoy la educación, vivienda y salud son principalmente privados y los servicios sociales son escasos y malos. No obstante lo anterior, me parece ver un vuelco nuevamente al Chile de antes poco a poco.
Sin duda estamos en un proceso de regresar y valorar nuestras raíces, y de adecuarnos a los cambios de esta nueva etapa de globalización, donde incluso se está volviendo común ver gente de raza negra y asiática entre nuestros vecinos y amigos (hasta hace algunos años esto no era así), lo cual es un gran aporte a nuestra diversidad e identidad como pueblo, contribuyendo a nuestra riqueza y crecimiento como chilenos.
¿Y entonces? Mientras escribía estas líneas varias ideas y pensamientos se agolpaban buscando quedar plasmados en este escrito. Yo diría que somos un pueblo que estamos buscando identidad entre lo que hemos sido en nuestra historia y lo que son los vecinos cercanos y lejanos tratando de incorporar algunas de sus costumbres. Nuestra dictadura borró nuestra capacidad de opinar y mucho de nuestra herencia cultural de tener gente pensante, alegre y creadora.
Ser chileno es vivir con una herencia cultural y geográfica que se pueden resumir en lo siguiente: habitamos en una tierra de cambios entre una cordillera que sigue creciendo (Los Andes) que nos entrega temblores y erupciones volcánicas cada cierto tiempo, y un Océano Pacífico que se sale de sus límites cada tantos años; somos indistintamente bebedores de café y té, incluso mate si se vive en el sur, pero si algo nos distingue es que se acompaña con una marraqueta con palta; llamamos "once" a la hora del té; bebemos cerveza artesanal, piscola (Pisco con cocacola) y Melvin (melón con vino); celebramos la independencia durante varios días en nuestra fiesta típica que llamamos "el dieciocho" (por ser el 18 de septiembre); para el año nuevo abrazamos fuerte a quienes nos rodean, sea familia, amigo, vecino o desconocidos y nos deseamos un buen año bromeando que ya se nos viene el dieciocho encima otra vez; somos incondicionales en nuestro amor por "la roja" (nuestra selección de fútbol) y se hace un asado cuando juega algún partido (incluso un amistoso); vivimos divididos por una herida para algunos y un orgullo para otros llamada dictadura; nos dividimos entre la comida rápida y la cocina tradicional; nos hemos esclavizado al consumismo y a vivir endeudados con la tarjeta de crédito; no podemos vivir sin Internet móvil o la última técnología del año.
Si vive o va a Chile tenga presente, intentar probar, ver, conocer (seguro que se me olvidan cosas, pero esto servirá):
Comida típica: completo, empanada de pino y de marisco, mote con huesillo, cazuela de ave, pastel de choclo, marraqueta con palta, mariscal, pescado, pisco, vino (variedad carmenere), cerveza artesanal, la chicha en cacho (ya en extinción).
Sitios típicos: Valparaíso, San Pedro de Atacama, Universidad de Concepción, Cordillera de los Andes, Océano Pacífico, Región de los Lagos y los Ríos, Desierto de Atacama, Torres del Paine.
Arquitectura típica: es difícil ver construcciones originarias actualmente, o casas patronales antiguas de barro o madera/ladrillos y tejas, sin embargo se puede apreciar la arquitectura colonial influenciada por Europa en el centro de las ciudades.
Construcción típica: no puedo pensar en ninguna, aunque algunos sugieren que es el Costanera Center, el edificio más alto de Latinoamerica y el Mall más grande también (ultra moderno).
Baile típico: la Cueca (de campo, tradicional, brava, chilota), la cumbia chilensis.
Celebración típica: el dieciocho de septiembre (fiesta de varios días), la Tirana (norte), festivales y carnavales de verano (en distintas ciudades y localidades, quizá el más famoso es el de la canción de Viña del Mar).
Artesanía típica: algo en cobre, piedra lapiz lazuli, madera o piedra local.
Técnología: existe conectividad celular e internet en casi todo Chile (siempre estará conectado con sus seres queridos y amigos).
Gracias por hacerme la tarea c:
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarMe salvaron de una tarea
ResponderEliminarTe faltó agregar lo odiados que somos por el resto de latinoamericanos.
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