Lo hermoso de los libros

Aquel es un encuentro que disfruta de lo íntimo. Es aprender a estar con uno mismo y a armarse un universo interno que emerge de la unión de las palabras y de la imaginación. Cualquier lugar puede resultar perfecto y el cuerpo aprende a adaptarse a cada uno de ellos: un banco en la plaza, tirado en la cama, sentado en el bus, de pie en el metro, en la playa, el parque, un café, un bar.


Llegan a tu vida de diversas formas (desde los obligados, a aquellos que forman parte de intercambios, préstamos, regalos, etc) y entonces se vuelven parte de un proceso que incluye vínculos momentáneos, incompletos, plenos, indiferentes o para el olvido. Entonces puedes tomarlo, dejarlo, cambiarlo, volverlo a tomar, olvidarlo, y todo eso forma, define, construye y moldea en el desarrollo de la persona. Y aunque las letras se ordenan igual una tras de otra, nunca llegan de la misma manera al receptor que lo sostiene, y que lo vive y lo experimenta.

Comentarios

Tambien te puede interesar

Te quiero - Jaime Sabines

La Ruta de los Moais en Santiago de Chile

Dos poemas de En sus Zapatos (2005)

Aves rapaces

La Tregua de Mario Benedetti (extracto)

La educación en frases de Paulo Freire

Prosas apátridas de Julio Ribeyro

Santiago Incaico: redescubriendo origenes ancestrales

Encontrando estrellas: Orion y sus vecinos Aldebaran y Sirio

Nicanor Parra y su voy y vuelvo