Lo hermoso de los libros
Aquel es un
encuentro que disfruta de lo íntimo. Es aprender a estar con uno mismo y a
armarse un universo interno que emerge de la unión de las palabras y de la
imaginación. Cualquier lugar puede resultar perfecto y el cuerpo aprende a
adaptarse a cada uno de ellos: un banco en la plaza, tirado en la cama, sentado
en el bus, de pie en el metro, en la playa, el parque, un café, un bar.
Llegan a tu
vida de diversas formas (desde los obligados, a aquellos que forman parte de intercambios,
préstamos, regalos, etc) y entonces se vuelven parte de un proceso que incluye vínculos
momentáneos, incompletos, plenos, indiferentes o para el olvido. Entonces puedes
tomarlo, dejarlo, cambiarlo, volverlo a tomar, olvidarlo, y todo eso forma,
define, construye y moldea en el desarrollo de la persona. Y aunque las letras
se ordenan igual una tras de otra, nunca llegan de la misma manera al receptor
que lo sostiene, y que lo vive y lo experimenta.
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