Impuro


Había que limpiarlo. Que purificarlo. Le sacaron la ropa. Le sacaron la piel. Le retiraron uno a uno los músculos y los nervios. Le retiraron la masa que estorbaba sobre la frente. Lo dejaron en los huesos. Había que llegar hasta el alma.


Comentarios

Tambien te puede interesar

Te quiero - Jaime Sabines

Dos poemas de En sus Zapatos (2005)

La Ruta de los Moais en Santiago de Chile

Aves rapaces

La Tregua de Mario Benedetti (extracto)

Nicanor Parra y su voy y vuelvo

La educación en frases de Paulo Freire

Prosas apátridas de Julio Ribeyro

Los 7 principios del Bushido: el camino del Samurai

Santiago Incaico: redescubriendo origenes ancestrales