Reflexiones sobre el Presente
«No recuerdo cuando fue la última vez que realmente me sentí consciente del momento que estaba viviendo. Por alguna razón vivía en un futuro constante, siempre pensando en lo que venía más adelante sin asimilar el momento que estaba viviendo, sin asimilar el ahora, sin asimilar el instante que se me estaba escapando precisamente en ese mismo segundo... El ritmo vertiginoso me mantenía además con una constante sensación de estar siempre atrasado, cansado, desmotivado. Poco a poco se iban acumulando las "cosas" sin terminar y las "cosas" por hacer. Cierto día un colega me dijo exactamente lo mismo. No supe si eso era reconfortante o preocupante. Después de todo si no era el único, tal vez mi vida no estaba del todo mal respecto a la de los demás. Entonces comencé a observar a mi alrededor y cada vez fui sumando más personas que vivían en el mismo desesperante futuro eterno, sin que nunca se lograra concretar el anhelado presente, y sin memoria de un pasado que parecía haberse esfumado para siempre» - (de Diarios de la vida en la ciudad -escritos breves).
Desde hace un tiempo que he narrado algunas historias desde el punto de vista de alguien que lleva un diario de reflexiones de la vida en la ciudad, aunque creo que esta es la primera que dejo algo por aquí. Por alguna razón pareciera que hoy los únicos que se detienen un momento a mirar la vida son los de la edad primera y tercera. Los de la edad segunda (estudiantes y trabajadores) parecieran haber perdido toda oportunidad de tener tiempo para detenerse un momento solo porque sí. Un antiguo refrán dice algo así: Sueña la vida que quieres, vive la vida que sueñas. Eso no significa vivir en un sueño constante, intangible e inalcanzable. Por el contrario, aquellas palabras parecieran significar: pon una meta para tu futuro y vívela en tu presente. Y si este momento nunca volverá a repetirse, entonces no hay que perdérselo.
Desde hace un tiempo que he narrado algunas historias desde el punto de vista de alguien que lleva un diario de reflexiones de la vida en la ciudad, aunque creo que esta es la primera que dejo algo por aquí. Por alguna razón pareciera que hoy los únicos que se detienen un momento a mirar la vida son los de la edad primera y tercera. Los de la edad segunda (estudiantes y trabajadores) parecieran haber perdido toda oportunidad de tener tiempo para detenerse un momento solo porque sí. Un antiguo refrán dice algo así: Sueña la vida que quieres, vive la vida que sueñas. Eso no significa vivir en un sueño constante, intangible e inalcanzable. Por el contrario, aquellas palabras parecieran significar: pon una meta para tu futuro y vívela en tu presente. Y si este momento nunca volverá a repetirse, entonces no hay que perdérselo.
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