Conversaciones de Teología: vida en el universo



Desde un punto de vista Teológico No Estamos Solos: existe vida extraterrestre, aunque no es vida como la conocemos (o como uno podría imaginar una vida extraterrestre alienígena), sino que es una deidad que no podemos ver, pero que existe, y no es terrestre sino divino: creó este planeta y todo lo que habita en él. Las visiones al respecto son múltiples así como las preguntas que quedan sin responder: ¿de dónde viene? ¿donde vive? ¿pertenece a nuestra dimensión o a otra desconocida?, etc. La evidencia de la existencia de esta deidad (o varias deidades) son los registros que han dejado sus profetas y elegidos (las sagradas escrituras), además de los testimonios de sus seguidores y adoradores. Entonces reconocer a un Dios, es reconocer (de alguna manera) la existencia de vida distinta a la nuestra en el universo. Y sin embargo reconocer la existencia de una deidad, no necesariamente es reconocer la posibilidad de vida en otros mundos en otros sistemas del universo. Y esto al menos me parece interesante, y hace que me pregunte ¿acaso este planeta es suficiente para todo un universo infinito para esta divinidad? ¿no quieren o no pueden crear vida en otros sistemas? ¿existe alguna razón para esconder sus otras creaciones de nuestro conocimiento?.

Así como no existe evidencia de vida extraterrestres similar a lo que conocemos por vida terrestre, no existe evidencia científica comprobable de vida extraterrestre divina, por lo que su conocimiento y estudio entra en el campo de la fe. Y aquí surge un campo fértil de posibilidades distintas: ¿hay más como este ser?, ¿es un ser de otra dimensión?, ¿es semejante a nosotros (forma humana)?, y en el caso de que sea el creador de muchos (o al menos uno más) mundos en el universo, la fe que se conoce en la Tierra ¿es aplicable a los otros mundos?¿existe un Dios para cada mundo o es el mismo Dios para todos los mundos?. De alguna manera la pregunta detrás es si la teología (y más aún si la sociedad) está preparada para tener evidencia de vida extraterrestre en cualquiera de sus formas, y principalmente semejante a la humana. Porque de existir vida en otros mundos ¿existe el pecado, el infierno y el cielo para ellos? ¿si es así, es el mismo o comparable, o es algo local propio a cada mundo? Si es difícil comprender bien la deidad y todo lo que eso significa solo para este planeta, a escala del universo parece más difícil aún. En sí las ideas teológicas existentes no parecen concebir la posibilidad de vida extraterrestre que no sea la divinidad misma. Para un creyente sin duda no estamos solos en el universo: está Dios. Pero solo él, y nada más.

Por otra parte siempre es posible pensar para un creyente que así lo ha dispuesto Dios, que no estamos preparados para entender cosas que no tienen importancia verdadera, porque lo verdaderamente importante es probar la fe para demostrar que se es digno del premio reservado a los que sigan las enseñanzas y mandamientos estipulados en las sagradas escrituras: la vida eterna o un lugar en donde Dios habita.

Una reflexión final: ¿por qué intentar saber y obtener evidencia de vida extraterrestre? Tal vez para que la vida tenga un sentido que traspase nuestra vida misma. Porque si no hay vida en el universo aparte de la conocida en la Tierra, entonces estamos solos y vivimos y morimos una vida normal y allí acaba todo. Si hay vida en el universo y esta no es, ni tiene nada que ver con un origen divino, entonces no estamos solos y tenemos vecinos que están en algún lugar aún desconocido, y vivir y morir sigue siendo una vida normal, pero se abren muchas posibilidades sobre su origen y evolución, etc. Por último, si hay vida en el universo de origen divino según se describe en las sagradas escrituras, entonces vivimos y morimos una vida que tendrá influencia en la vida que vendrá después de la muerte, haciendo una diferencia respecto de las posibilidades anteriores y dándole un sentido que trasciende a la vida. O simplemente todo es por una curiosidad inherente al ser humano y a su capacidad de reflexionar o pensar, y como en estas líneas, esto sirva de excusa para darle una vuelta a un asunto por el placer de divagar un poco mientras los dedos recorren un teclado y se queda plasmada esta idea un viernes por la madrugada...










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