Una nueva clase de Exilio: el Exilio Parental

El diccionario define exilio como "abandono obligado o voluntario del propio país o del lugar donde se vive" y se asocia por lo general a una condición politica. He conocido a muchos exiliados de este tipo y que lo vivieron por allá por los 70's.

Hoy conozco otra clase de exilio igual de doloroso, que en el proceso incluye cárcel preventiva, interrogatorios, orden de no acercamiento ni contacto precautorio, y que finalmente configura una larga espera por recupar un mundo derrumbado que ya no podrá volver a ser el mismo, y que deja herido, consternado y contuso del alma. Te aleja del abrazo anhelado, de la palabra y la sonrisa cotidiana. Abre un abismo entre el mundo conocido y el incierto futuro, entre la última despedida y el lejano reencuentro, entre lo que realmente ha sido y la duda que se ha implantado del "podría ser".

Igual que todo exilio es una forma de castigo y de soledad que te aleja del hogar, de tus raices y de aquello que amas, aunque estas tan cerca y tan lejos a la vez. Y un día cuando el exilio pasa... ya no somos los mismos.

Este exilio moderno al que me refiero, es creado por una (falsa) denuncia penal que es utilizada para alejar a padres de sus hijos, y que puede extenderse tanto como dure la investigación de la denuncia, dejando huellas en todos los involucrados.  Y por ahora, de esta clase de exilio, nadie se hace cargo... y últimamente voy conociendo a muchos exiliados parentales, que miran pasar navidades, días del padre y cumpleaños de sus hijos desde la distancia.