Días antes, días después II: La solución.

Adoptar otra actitud frente a la vida y el competitivo mundo que nos rodea no es fácil. Las artes, la música y el deportes no son prioridades, sino complementos que a veces ni siquiera alcanzan para ello. Vivimos una vida agitada con largas jornadas de estudios y trabajos, y a veces con el incremento de viajes largos y tediosos. Nuestra vida y nuestras prioridades no nos está dejando tiempo para lo que de verdad importa, y estamos pagando las consecuencias. Todo ha cambiado. La mentalidad de la generación emergente es muy diferente a la de la generación anterior. Esto no es algo nuevo, pero lo que sí lo es, es que ahora las prioridades son otras. Se han cambiado los conceptos de “compromiso” por “casual”. Lo pasajero esta reemplazando a lo duradero desde los ideales, pasando por los valores, y terminando en los artefactos electrodomésticos. Todo es desechable y reemplazable incluyendo la virtud, la honradez, la verdad, el honor y otras semejantes que antes causaban reflexión y hoy solo son motivo de mofa y burla. Hoy por hoy, aquel que hace lo bueno resulta ser el malo, el más tonto y el que desencaja el grupo.

La propuesta puede resultar algo dura, pero es otra manera de ver una solución. Yo comenzaría con un cambio en la educación y en la manera de ver la educación. Le restaría importancia a las matemáticas en los primeros años de jornada básica (una ciencia exacta y frívola) y le daría una mayor a las letras, el idioma (tanto nativo como uno lengua extranjera de uso universal como es el inglés), las artes (música, danza, teatro, expresión y expresarse) y a los deportes. Además incluiría alguno de valores y formación de carácter por medio de cuentos, historias y actividades grupales enfocadas para ello. Es decir, trabajaría más en el desarrollo de la inteligencia emocional y de la aptitud física más que en el conocimiento en sí.

Desde quinto básico, o tal vez sexto, comenzaría con el verdadero desarrollo cognitivo de matemáticas, biología, física y todos los otros que los expertos estimen convenientes. La razón de esto es tan sencillo como verdadero: una persona que logra un desarrollo emocional estable y equilibrado, está mejor preparado para recibir y adquirir conocimiento de otras disciplinas. Esto no significa que no se les enseñe de aquellas otras materias desde el comienzo, solo que el énfasis seria diferente, apuntando mas por el desarrollo integral de la persona, preparándolo para una formación académica mas sólida en el futuro.

Muchos tal vez estarían de acuerdo en decir que al salir de la enseñanza media tenían un conocimiento deficiente de conocimiento justamente en las áreas a las que se les da mayor énfasis hoy en día, y que lo han adquirido después a punta de trasnoches y repeticiones miles para lograr asimilar este conocimiento dado como básico en instancias superiores. Entonces, no estaría equivocado al decir que los años previos de aprendizaje podrían haberse utilizado de mejor manera.

De la misma manera, los profesores pueden corroborar el hecho que tienen alumnos brillantes en conocimientos y sus notas, pero que emocionalmente se encuentran mal. ¿Cuál es el pronóstico para ellos en los próximos años?.

Debemos cambiar rigidez por elasticidad… Hemos visto que la educación necesita un cambio. Ahora solo espero que no se cambie cuadrados por rectángulos... si entienden a lo que me refiero.

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