reflexiones sobre lo percibido
Conversabamos con amigos sobre la pertinencia de decir que algo "es" cuando en realidad eso mismo "no siempre es lo mismo para cada uno de nosotros". La forma en que percibimos el mundo determina nuestra capacidad de "ver" el mundo, tanto el que nos rodea como el que nos sucede. En la filosofía del Tao, el Yin y el Yang representa o se referiere a la dualidad atribuida a todo lo existente en el universo. Describe las dos fuerzas fundamentales opuestas y complementarias, que se encuentran en todas las cosas. El yin es el principio femenino, la tierra, la oscuridad, la pasividad y la absorción. El yang es el principio masculino, el cielo, la luz, la actividad y la penetración.
Es interesante que si reducimos nuestra experiencia a lo más simple, tal vez la podamos describir como aquello que nos sucede a nosotros y lo que es externo a nosotros. Pero ambos están unidos, pues ambos influencian al otro y son partes de la percepción final, existiendo asimismo una parte de ellos dentro del otro (tal como el yin y el yang). Algo asi como:
Filosofia de lo externo (entorno o no-yo)
tierra - montañas, minerales, madera, bosques, praderas
agua - ríos, lagos, glaciares, mar, lluvia
aire - cielo, espacio, viento
fuego - llama, lava
espacio - nuestra dimensión, el universo exterior
vacio - ausencia de todo
otro ser - cualquiera que no sea yo
tiempo - estaciones, ciclos
Filosofía de lo interno (yo)
cuerpo - fisiología, movimiento, lo tangible y corporeo
mente - pensamiento, emociones
espíritu - alma, motivación, fuerza vital
cultura -arte, sociedad, creencias, acciones cotidianas
La forma en que nos desarrollamos está intimamente ligado a nuestras percepciones, y al respeto que tengamos de ellas, pues definiran nuestra relación con el uso de lo que nos rodea y nos sucede.
Cada hombre dice pertenecer a un entorno propio, y que el mismo le pertence a EL, excluyendo a todos los demás de esta pertenencia. Su percepción le vuelve único, debido en parte a la tendencia humana de percibir su entorno y su yo como una propiedad. El valor de esta propiedad también es parte de esta percepción, y cuando la misma se somete al escrutiño colectivo, puede ser reafirmada o rechazada.
La suma de estas percepciones se transforma en nuestra cultura, la que define nuestra sociedad presente, y que muchas veces no recibe cuestionamiento alguno y es aceptada como una percepción correcta y verdadera por el colectivo de quienes conforman esa cultura y sociedad.
Aquellos que no perciben de igual manera lo que otros aceptan por esta cultura por lo general son objeto de censura por el colectivo. El hombre que busca la simpleza y la claridad comprenderá que parte de su cultura es correcta y que parte es incorrecta. Lo que es, es, y se debe dejar ser. Adopta un conocimiento y una percepción flexible. A través de esta libertad, su vida se transforma en una relación total consigo mismo y con lo que lo rodea, respetando y dejando ser. Es un proceso de autorrevelación, como mirar en un espejo que solo devuelve un reflejo que permite descubrirse a uno mismo.
Es interesante que si reducimos nuestra experiencia a lo más simple, tal vez la podamos describir como aquello que nos sucede a nosotros y lo que es externo a nosotros. Pero ambos están unidos, pues ambos influencian al otro y son partes de la percepción final, existiendo asimismo una parte de ellos dentro del otro (tal como el yin y el yang). Algo asi como:
Filosofia de lo externo (entorno o no-yo)
tierra - montañas, minerales, madera, bosques, praderas
agua - ríos, lagos, glaciares, mar, lluvia
aire - cielo, espacio, viento
fuego - llama, lava
espacio - nuestra dimensión, el universo exterior
vacio - ausencia de todo
otro ser - cualquiera que no sea yo
tiempo - estaciones, ciclos
Filosofía de lo interno (yo)
cuerpo - fisiología, movimiento, lo tangible y corporeo
mente - pensamiento, emociones
espíritu - alma, motivación, fuerza vital
cultura -arte, sociedad, creencias, acciones cotidianas
Imagen del Yin y el Yang |
La forma en que nos desarrollamos está intimamente ligado a nuestras percepciones, y al respeto que tengamos de ellas, pues definiran nuestra relación con el uso de lo que nos rodea y nos sucede.
Cada hombre dice pertenecer a un entorno propio, y que el mismo le pertence a EL, excluyendo a todos los demás de esta pertenencia. Su percepción le vuelve único, debido en parte a la tendencia humana de percibir su entorno y su yo como una propiedad. El valor de esta propiedad también es parte de esta percepción, y cuando la misma se somete al escrutiño colectivo, puede ser reafirmada o rechazada.
La suma de estas percepciones se transforma en nuestra cultura, la que define nuestra sociedad presente, y que muchas veces no recibe cuestionamiento alguno y es aceptada como una percepción correcta y verdadera por el colectivo de quienes conforman esa cultura y sociedad.
Aquellos que no perciben de igual manera lo que otros aceptan por esta cultura por lo general son objeto de censura por el colectivo. El hombre que busca la simpleza y la claridad comprenderá que parte de su cultura es correcta y que parte es incorrecta. Lo que es, es, y se debe dejar ser. Adopta un conocimiento y una percepción flexible. A través de esta libertad, su vida se transforma en una relación total consigo mismo y con lo que lo rodea, respetando y dejando ser. Es un proceso de autorrevelación, como mirar en un espejo que solo devuelve un reflejo que permite descubrirse a uno mismo.
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