Nueve Sentidos

Con tanta construcción de edificiós y villas nuevas, ya es hora que se exija el reciclamiento de las aguas grises (de lavamanos, duchas y lavaplatos) las cuales debieran tener un sistema de alcantarillado distinto al de las aguas servidas. Si bien contruir todo un sistema de alcantarillado nuevo para toda la ciudad es algo costoso e impensable por muchos, si se pueden dividir en forma particular los sitemas, de manera que cada edificio y villa obtengan las aguas grises y sea tratada por ellos mismos para regadio de sus propios jardines y calles. Hasta ahora, las áreas verdes de estas construcciones son extensas y utilizan el agua potable para riego de las mismas, lo cual es sumanente inficiente. Hoy con la escacez de este recurso en el mundo y en nuestro pais, una reforma a la construcción y manejo de las aguas residuales debiera ser una prioridad vista como una inversión en el desarrollo a nivel país. Tal vez te interese también: Mejoras en la calidad de vida

Hace unos dias fue el día internacional del agua. Para nosotros que abrimos una llave y la cerramos cotidianamente gastando 600 litros por el desague el tema nos parece lejano. Hace un tiempo atrás una comunidad de gente se unió para poner una demanda contra una empresa que trata el agua servida, porque les cobró un servicio que no prestó durante un tiempo. Sin duda a nadie le gusta que le cobren un servicio que no ha sido realizado, pero los cientos de miles de litros de agua servida que fueron arrojada a cuerpos de agua naturales, cambian todas las condiciones del entorno en una contaminación microbiológica (de origen intestinal) y fisico-química (principalmente en aumento de nutrientes y solidos en suspensión) que impactan fuertemente. ¿Y por qué la empresa no trató el agua servida? Lo más probable es que el crecimiento de la ciudad no fue acompañado por una infraestructura sanitaria adecuada, siendo sobrepasada. El problema es doble: gasto y desperdicio de un recurso escaso como

Otoño en esta ciudad es hojas en el camino, vientos fríos que silvan entre las ramas de los árboles y los cables del alumbrado publico. Aparecen bufandas y gorros, abrigos y botas. Cambios en la ropa y en la conducta de la gente que comienza a acostarse más temprano. Los días son más cortos y el sol comienza a ocultarse más hacia el norte. Algunos ya son presas de resfrios y gripe. Aquí las estaciones son marcadas y tienen su propio ritmo que cambia cada tres meses, en un ciclo que nos grita que la vida es cambio. Y sin embargo, algunos no se acostumbran y no se adaptan. La vida es cambio. Es ciclos. Es otoño y primavera. La noche comienza a alargarse. Algunos asocian esta epoca a la madurez del hombre, al camino antes del final de la vida. Es un nuevo comienzo. Al fin de cuenta en el hemisferio sur comienza el otoño, mientras que en el norte lo que llega es la primavera.

No olvides sonreir...

Al igual que en la tira de Mafalda, lo tradicional es que nos digan que nuestro futuro esta adelante (al frente de nosotros) y nuestro pasado atrás (a nuestra espalda). Pero lo cierto es que podemos dar una mirada al pasado, mientras que el futuro solo se nos manifiesta una vez que ha sucedido y se ha convertido instantáneamente en el presente y entonces en el pasado en pocas fracciones de segundos. Es decir, es como si fueramos caminando de espaldas. Pese a lo anterior, es precisamente el futuro el que puede ser cambiado (¿pero algunos aun se preguntan si realmente puede ser cambiado o ya esta determinado a priori?), mientras que el pasado permanece inalterable (al menos en los hechos reales, porque en nuestra memoria el pasado puede ser modificado en nuestro recuerdo, e incluso algunos hablan de viajes al pasado y la consecuente creación de futuros alternos). Todo lo anterior, ya nos da una idea de lo complejo que resulta todo este tema. Sin embargo aterrizando un poco el tem

Por estos días se desarrollan los juegos ODESUR en Santiago, y la ciudad evidencia cortes y desvíos para las pruebas de ciclismo y otras similares. El medallero es una competencia para cada país, mientras la medalla es por deportista. Y mientras, la ciudadanía reclama porque no pueden circular por las calles aprendidas y transitadas mil veces en su diaria rutina, y se les descompagina la vida. Para ellos el deporte se vuelve un doble fastidio: no lo practican y no quieren que otros lo practiquen por sus calles de siempre alterándoles la rutina. El deportista se ha preparado durante mucho tiempo para luchar y obtener una medalla... algunos quedan cuartos y no se llevan nada. ¿Como sería si la universidad solo dejara egresar a los tres primeros lugares? Es cierto, me desvío un poco del tema. Pero no puedo dejar de pensar que de seguro yo no hubiera egresado, porque quede quinto en mi promoción. La alta competencia no premia a cuartos lugares, pero van existiendo recompensas secretas:

Con el manual de huertos sostenibles en casa se puede comenzar a aprender y poner en practica la autosustentabilidad al poder tener un huerto pequeño en cualquier espacio disponible que cuente con algo de luz y agua. Este manual va dirigido a cualquier persona que, sin tener ningún tipo de conocimiento previo, tenga interés en crear un pequeño huerto sostenible en casa. Se trata por tanto de un manual de iniciación, que ofrece las pautas esenciales para comenzar la aventura de cultivar nuestros propios alimentos. En el texto, se trata de motivar y animar al lector a desarrollar esta experiencia de sostenibilidad, que nos va a aportar mucho como personas y nos va a ayudar a entender mejor la Naturaleza.  Descarga el manual aquí => (enlace externo)

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es