Nueve Sentidos

Un fuerte dolor de cabeza ha sido el poder financiar el sistema de transporte público en Santiago. Ha pesar que lleva un tiempo considerable en marcha, no se ha podido lograr llegar a las metas para las que se desarrolló el Trans-Santiago. Tan mal ha resultado este sistema de transporte y tan incomodo, que si bien uno de los objetivos era descongestionar las calles, hoy los usuarios se han cambiado al uso de automóviles que sobresaturan cada calle de la capital (o tal vez este fue siempre el objetivo... consumir mas automóviles). Si te paras a mirar un segundo la cantidad de vehículos, y la cantidad de personas que van en cada uno de ellos, te darás cuenta que hay una sobredimensión de automóviles y una subutilización de ellos, porque al menos el 60% de ellos solo llevan al conductor, desperdiciando los demás asientos. Todo parece un círculo vicioso que no parece tener solución y que necesita de prestamos gigantescos para seguir funcionando y no pasar el costo a los usuarios

La calidad del aire en santiago pareciera estar directamente relacionada con las condiciones atmosfericas y la ocurrencia o no de vientos que se lleven las particulas contaminantes. Soluciones se han intentado en diferentes ámbitos, desde restricción vehicular hasta un nuevo sistema de transporte menos contaminante y con menor número de recorridos y micros. Simplemente lo que se tiene que hacer es desinsentivar el uso del automovil por las calles mas centricas y mejorar un sistema de transporte publico eficiente y economico. Adicional a lo anterior es incentivar el desarrollo de las regiones, con puestos de trabajo y calidad de vida. Dificil para nuestro modelo basado en el centralismo y en las empresas, y no en regionalizar y promover el estado que tenemos como país.